Opinión | A QUEMARROPA

‘El problema de los tres cuerpos’

Netflix ha estrenado este fin de semana la esperada serie El problema de los tres cuerpos, basada en la novela de mismo nombre del escritor chino Liu Cixin. Los primeros minutos son aterradores. Nos muestran cómo el Partido Comunista Chino, en 1966, atropelló a los científicos más destacados del país con motivos puramente ideológicos. Acientíficos. Irracionales. Estúpidos. Demenciales. Y aunque solo estamos ante varios minutos de metraje de una serie, debo reconocer que me han impresionado de tal forma que he tenido que pausarla y tomarme un tiempo para reponerme.

Reconozco que me ha recordado a otros autores, especialmente soviéticos, que detallaron con suma crudeza lo que el comunismo hace a las personas allí donde impera.

Que habiendo cerrado ya casi el primer cuarto del siglo XXI todavía haya españolitos que se declaran abiertamente comunistas es algo que me alucina sobremanera. Porque además lo dicen con descaro, orgullosos de defender y promover una ideología criminal que ha sido responsable de cientos de millones de muertos. Aprovecho para recomendarles, queridos lectores, varias lecturas. Por descontado la primera es 1984, de George Orwell. Después, Archipiélago Gulag, de Aleksandr Solzhenitsyn. Y en cine, Los gritos del silencio, de Roland Joffé.

Hace bastante tiempo que, cuando algún exaltado me viene con cuentos chinos carnavalescos sobre las bondades del comunismo, lo mando a pastar al prado. No hay más ciego que el que no quiere ver, ni más tonto que el que no quiere leer.

Dicho esto, dejen que les desee unas felices vacaciones de Semana Santa. Disfruten de los suyos, de una buena lectura, del cine y de todo lo que les alimente el espíritu.

Escritor