Buenas noticias para la citricultura de Castellón: la naranja se paga un 80% más cara que los últimos cinco años

La clemenules es la reina de la agricultura de Castellón, pero en la provincia hay otras variedades citrícolas que este año también están dando una alegría, y no pequeña, a los productores. La naranja navel cotiza en el campo a un precio pocas veces visto, hasta el punto de que en estos momentos su valor es hasta un 80% superior a la media de las últimas cinco campañas ¿Las causas? Escasez de fruta y una demanda que en las últimas semanas no deja de crecer.

De las algo más de 97.000 toneladas de naranja navel que este año se recolectarán en las fincas de la Plana Baixa, la Plana Alta o el Baix Maestrat (este subgrupo representa el 16% del total de cítricos que se cultivan en Castellón), 74.9093 toneladas pertenecen a la variedad lane late, una clase de naranja que se empieza a recolectar a finales de enero y que cotiza en el campo a una media de 0,42 euros, según datos de esta misma semana de la Lonja Citrícola de Valencia. Es más, incluso hay algunas operaciones que se están cerrando al récord de 0,52 euros. «En los últimos días se ha producido un repunte en la cotización de la lane late debido, fundamentalmente, al interés de los comercios», explican desde la Conselleria de Agricultura.

La variedad de naranja más importante de Castellón se paga en el campo a más de 0,40 euros el kilo y esta cifra es un 35% más alta que el año pasado por estas mismas fechas, cuando la lane late cotizaba a 0,31 euros el kilo. Y si se analizan los datos del conjunto del subgrupo navel (integrado por la lane late, pero también por la navelina, la navel y la navel powell) el resultado es muy similar: la cotización en origen se sitúa en una media de 0,37 euros, casi un 80% más que el valor medio de los últimos cincos años, que fue de 0,21 euros. 

Hasta 0,55 euros por la nulera

La naranja va camino de endulzar la campaña a los productores y si nada se tuerce los buenos precios de la esta temporada permitirán al sector coger algo de oxígeno tras el mal sabor de boca del año pasado, cuando bien entrado el mes de enero los precios empezaron a desplomarse y se cerraron operaciones a tan solo 0,15 ó 0,16 euros el kilos, unos valores muy alejados de los costes de producción que, según cálculos de las organizaciones agrarias, se sitúan en unos 0,24 euros el kilo. 

La navel no es la única variedad a la que este año le van bien las cosas. La campaña de la clemenules está a punto de finalizar (la escasez de fruta provocará que la temporada acabe dos o incluso tres semanas antes de lo que es normal y las operaciones que siguen cerrándose en el campo lo hacen a valores que incluso alcanzan los 0,55 euros el kilo). Se trata de un 12% más que los precios máximos que reflejaba la Lonja de Valencia en las mismas fechas del año pasado y casi un 25% más que la media de las últimas cinco temporadas citrícolas. 

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