Primera RFEF

CD Castellón-Real Unión | Joseba Aguirre: de padre a hijo

En el Real Unión de Irún, próximo rival del Castellón, milita el hijo de Joseba Aguirre, referente en el club albinegro en el cambio de siglo | ‘El besugo de Orio’ comparte recuerdos con Mediterráneo y analiza el duelo del sábado en Castalia

Joseba Aguirre con el brazalete de capitán en un Hércules-Castellón.

Joseba Aguirre con el brazalete de capitán en un Hércules-Castellón. / Mediterráneo

Enrique Ballester

Enrique Ballester

«Fueron unos años inolvidables, de los mejores de mi vida». Así recuerda Joseba Aguirre su paso por el CD Castellón. Hoy, dos décadas después, espera con incertidumbre y emoción el partido del sábado en Castalia (19.30 horas), sin duda especial para él y para su familia. No en vano, en el Real Unión y con apenas 19 años, juega Julen Aguirre, su hijo mayor.

La trayectoria de Joseba Aguirre conecta a los dos clubs en su historia reciente. En el Real Unión de Irún militó seis temporadas, logrando en 2009 un ascenso a Segunda División. Al CD Castellón llegó muy joven, con 21 años, después de haber debutado incluso en Primera con la Real Sociedad. En Castalia permaneció durante cuatro temporadas, de la 1998/99 a la 2001/02. Fue siempre un fijo en las alineaciones, un valor seguro que se ganó la confianza de la afición y de todos los entrenadores. 

Un jugador de club

Solo Javi Sanchis ha jugado más partidos en Segunda B con el Castellón que él. «Era un jugador de club», resume Joseba Aguirre. «No llamaba mucho la atención, pero era trabajador», añade. «Del Castellón tengo grandes recuerdos. Era mi primera experiencia fuera de casa y me sentí muy querido. Todavía ahora, cuando voy a Castellón, la gente se acuerda de mí».

Luis Mendigain, Joseba Agirre y Sukunza, jugadores del Castellon, durante un entrenamiento en el gimnasio.

Luis Mendigain, Sukunza y Joseba Aguirre, jugadores del Castellon, durante un entrenamiento en el gimnasio. / Gabriel Utiel

Rendimiento

El gran rendimiento individual de Joseba Aguirre, que compitió tanto de centrocampista como de lateral en el Castellón, no se tradujo en éxitos colectivos. Eran años de grandes expectativas cada verano y de posteriores decepciones: «Había poca continuidad, cada temporada había un montón de fichajes, cambios de entrenadores... Personalmente fueron cuatro años de los mejores de mi carrera, pero aunque cada año hacíamos equipo para jugar los play-offs, luego las cosas no salían».

El futbolista vasco fue bautizado en Castalia como «el besugo de Orio» por parte del añorado Andrés Felices. «En mi pueblo tienen mucha fama los besugos, le llevé uno y ya se me quedó el nombre», admite. Mantiene relación con varios de los jugadores de aquella época. «Juan Navarro vino a verme hace poco, Castillejo y Braulio están cerca en Osasuna... Este año, camino de un partido en Alicante, me encontré en Valencia con Ibeas, porque jugaba su hijo. Fue él quien me fichó para el Castellón. ‘Fuiste el único que me salió bien’, me dijo», confiesa, entre risas.

Amante del fútbol

Joseba Aguirre sigue vinculado al fútbol por varios motivos. «A mí el fútbol me encanta», sentencia. Por ello jugó hasta los 37 años, en el norte y a caballo entre Segunda B y Tercera. Ahora, después de cinco años como segundo entrenador del Real Unión, juega con los veteranos de la Real Sociedad, y entrena a niños en el pueblo, en Orio, donde también regenta una casa rural.

Toni Bonet y Juan Carlos Fabregat, hablando con Joseba.

Toni Bonet y Juan Carlos Fabregat, hablando con Joseba. / Mediterraneo

Otro vínculo de Joseba con el fútbol es lógicamente su hijo mayor, que ha pasado un montón de veranos en Benicàssim en el apartamento familiar, «conoce el Pam, pam orellut» y juega en el próximo rival del Castellón. «Julen es similar a mí, aunque tiene más recorrido y es más fuerte. Se formó en las inferiores del Eibar y jugar en esta categoría con solo 19 años es una experiencia increíble para él», asevera. «En casa somos de cultura deportiva. También tengo una hija de 17 años que juega a balonmano, y otro hijo de 12, que también juega al fútbol», explica.

El rival

Por motivos obvios, Joseba Aguirre conoce bien al Real Unión de Irún. «Llega a Castalia en un buen momento de resultados y en buena dinámica. Ha sido un año jodido con tres entrenadores, muchas lesiones... Han estado todo el año sufriendo y ahora han salido del descenso. Sabiendo que será difícil, tienen la ilusión de sacar algo contra el Castellón», advierte. «Con este entrenador el equipo intenta tener la pelota, pero el Castellón le puede someter y se tendrán que adaptar y defender bien y esperar juntitos», prevé.

Aguirre destaca también la igualdad y la competitividad de la categoría. «Es más complicada y dura que la antigua Segunda B, porque no hay equipos flojos. Incluso los de abajo tienen buenos jugadores», apunta, recordando la victoria del Calahorra en Castalia, y deseando un final feliz de temporada para los implicados. «Ojalá se salve el Real Unión y el Castellón tenga suerte en play-off. Su afición merece estar mínimo en Segunda», concluye.