CONCURSO CRU

Cevisama 2024: La Diputación expone las obras con cerámica que dan vida a los pueblos de Castellón

Presentan los proyectos ganadores en la última edición del certamen de la administración provincial

Mesa redonda con los ganadores de la última edición del concurso de regeneración urbana de la Diputación de Castellón.

Mesa redonda con los ganadores de la última edición del concurso de regeneración urbana de la Diputación de Castellón. / Gabriel Utiel

B. Martínez

La Diputación de Castellón es una abanderada del uso de los materiales cerámicos en las obras públicas, y con esta determinación creó hace unos años el concurso de regeneración urbana (CRU), que en sus seis ediciones hasta la fecha ha sido un ejemplo de cómo la cerámica puede estar presente en todo tipo de entornos al aire libre.

Para aumentar la difusión de esta iniciativa, la agenda de la administración provincial en Cevisama ha incluido una mesa redonda, en la que se han desgranado los proyectos ganadores en la última edición, de la mano de sus arquitectos y responsables.

Generador de oportunidades

Además, el diputado de Promoción Cerámica, Vicente Pallarés, reflexionó sobre la oportunidad que tienen los municipios de menor tamaño, y que, por tanto, disponen de escasos recursos para la ejecución de obras públicas, para realizar obras emblemáticas.

Pallarés añadió que el CRU es «un proyecto que apoyamos y reforzamos porque es sinónimo de futuro para nuestro interior, motor económico para el ámbito rural y potente atractivo para el turismo».

Homenaje al producto

Para el diputado es «capital» poner en valor «la excelencia de un producto único que el mundo admira y que tenemos la fortuna de crear en nuestra provincia. El mejor homenaje que podríamos hacerle es utilizarlo en nuestros proyectos y es el objetivo de esta iniciativa que cumple su sexta edición con mayor fuerza que nunca», manifestó.

Pallarés acompañó a los ganadores del CRU VI en una tertulia en la que se expusieron los proyectos que se desarrollarán en Montán y Arañuel. El primero, ya licitado, está dirigido por Marta Boix y Beatriz Riber, y consiste en un espacio multifuncional junto al barranco, que permite la celebración de diferentes eventos en una explanada a varios niveles.

El segundo, ya en ejecución, está liderado por los arquitectos Maria Donnini, Maria Grifo, Miguel Hernández y Aitor Deza, y supone la recuperación del espacio de la almazara de Arañuel, con la cerámica como pavimento que guía los pasos de los visitantes.

Inyección al mundo rural

La apuesta de la Diputación por convertir pequeñas localidades en museos vivos a través de la cerámica «es un objetivo que abandera la primera presidenta de la institución, Marta Barrachina, con el deseo de generar vida y poner freno a la despoblación», destacó Pallarés. Añadió además que «creemos en esta iniciativa como una herramienta más para inyectar vida al mundo rural y apostamos por su desarrollo convirtiendo al interior en museos vivos en los que toma forma el talento de arquitectos que innovan».

En definitiva, afirmó que «seguiremos apostando por este proyecto, reforzando la colaboración con expertos y entidades locales para garantizar que quienes fueron pioneros en esta actividad no solo tienen un presente garantizado, sino todo un futuro por delante que desde la Diputación protegemos y apoyamos», concluyó.