LOS TRIBUNALES APOYAN POR PRIMERA VEZ A LOS AFECTADOS

El Supremo no considera delito la caza en los pequeños paranys

Apaval sigue a la espera de que el TSJ apoye las pruebas del cesto malla que niega la Conselleria

En la asamblea de Apaval celebrada en Sant Joan de Moró se expusieron las últimas noticias sobre sus gestiones.

En la asamblea de Apaval celebrada en Sant Joan de Moró se expusieron las últimas noticias sobre sus gestiones. / JAVIER NOMDEDEU

X. Ortiz / J. Nomdedeu

En la asamblea de Apaval que se ha celebrado el domingo en Sant Joan de Moró, el presidente de la entidad que defiende el parany como una técnica de caza tradicional, Miguel Ángel Bayarri, ha informado a los socios sobre un «significativo» avance en los tribunales, aunque ha advertido que hay que interpretarlo «con exactitud y prudencia». El Tribunal Supremo, según ha explicado, ha resuelto que las capturas realizadas en instalaciones de pequeñas dimensiones y controladas «no pueden considerarse delito y, por tanto, las denuncias deben resolverse por la vía administrativa».

El Alto Tribunal ha culminado de este modo un proceso iniciado en los años 2015, 2016 y 2017 por paranyers denunciados penalmente al equipararse esta modalidad de caza con otras no selectivas como los explosivos o el veneno. Los afectados se exponían a penas de prisión de 4 meses a dos años.  Con el respaldo de Apaval, ha remarcado Bayarri, han acudido a todas las instancias judiciales con fallos en contra, hasta que el Supremo ha dado un giro radical a la valoración de su situación. En ningún caso supone que el problema esté resuelto, la clave del asunto es que «seguimos sin tener autorización», solo varía el castigo que recibirán los cazadores denunciados, que al limitarse a la vía administrativa será una sanción.

Desde Apaval defienden el parany como una técnica de caza tradicional.

Desde Apaval defienden el parany como una técnica de caza tradicional. / JAVIER NOMDEDEU

Cesto malla

Desde Apaval han recordado que siguen pendientes de que se pronuncie el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) respecto del cesto malla, la alternativa defendida por los paranyers para salvar esta tradición que, como ha remarcado Bayarri, sigue sin poder probarse en campo «por una cuestión política», dado que «en la Conselleria de Compromís es un no porque no con argumentos que no convencen» y que tras diferentes alegaciones rechazadas, no les ha dejado más opción que exigir un cambio de postura en un juzgado.

En la asociación de paranyers defienden que los proyectos están presentados y que solo falta realizar las pruebas, «que queremos hacer de la mano de Conselleria para detectar posibles errores y poder corregirlos». Y esa es la razón, como expone Bayarri, «por la que se oponen a hacerlas, no quieren que les presentemos un método que desmonte sus tesis». Porque «la doctrina actual dice que con instalaciones minimizadas y controladas podría autorizarse, al ser un método selectivo», añade. Con todo, el presidente de Apaval insiste en señalar a lo que se exponen quienes persistan en utilizar paranys del tipo de «7 u 8 árboles, con 40 perchas y 1.000 varetes con visc», por poner un ejemplo, porque no se verán beneficiados por el veredicto del Supremo. 

Ante la negativa van a la justicia

El 29 de noviembre de 2022, Apaval presentó una demanda contra la Conselleria de Agricultura reclamando el derecho e incluso la obligación del Consell de autorizar las pruebas de campo con el cesto malla que demostrarían, según la asociación, que es un método selectivo ni expeditivo y que no recurre materiales como la liga o el visc. La demanda está pendiente de resolución.

La entidad incide en sus esfuerzos por adaptarse a las nuevas normativas frente al Consell, que persiste en «hacer ilegal esta tradición».