La falta de lluvia pone en riesgo el caudal de los ‘ullals’ de Almenara

Els Estanys de la marjal de Almenara empiezan a acusar de manera preocupante la falta de agua. Cualquier persona que se acerque puede comprobar con facilidad el escaso caudal tanto en el Ullal de Cavanilles como en el de Quartons, este último en una situación más grave. Esta situación es consecuencia de la falta de lluvia, lo que está provocando que los acuíferos subterráneos no se recuperen.

El portavoz de Acció Ecologista-Agró, Enric Amer, advierte de que «actualmente, puede haber alrededor de 250 pozos trabajando a pleno rendimiento para salvar cosechas, llenar piscinas y dar servicio a las miles de personas que están pasando sus días de descanso en las localidades costeras», lo cual afecta de manera directa a los recursos hídricos disponibles.

Voluntarios salvan a 15.000 ‘llises’ de una muerte segura en Almenara

Esta inusual circunstancia propicia que los acuíferos que alimentan Els Estanys se encuentren bajo mínimos, lo que se agrava con las extracciones de que manera extraordinaria se mantiene en los mencionados pozos, señala.

Aportaciones superficiales

Desde el año 1995, este humedal recibe un 20% de aportaciones del río Palancia y como dice Amer, «no es el Amazonas, hoy en día se está empezando a dañar este entorno natural porque diariamente se necesita un caudal con el que siempre ha contado pero que ahora no le llega» y los efectos de esta carencia están dejando secos entornos como el Ullal de Quartons donde «por desgracia, ya no aporta nada», alerta Amer.

«Els Estanys de Almenara podrían entrar en colapso, el Ullal de Cavanilles dejaría de recibir agua y el desastre que se avecinaría desde un punto de vista medioambiental, no tendría precedentes»

Enric Amer

— Portavoz de Acción Ecologista-Agró

Para Acció Ecologista-Agró, las extracciones que se están realizando «son más que exageradas», como consecuencia de que los agricultores están preocupados por sus cosechas y temen que haya restricciones, lo que afectaría gravemente a sus cultivos y a sus beneficios, pero «la verdad es que en la situación en la que estamos y viendo que Els Estanys, poco a poco, están sufriendo un descenso de los niveles, la Administración debería tomar cartas en el asunto». Si el problema persiste, según Amer, este paraje natural protegido «podría entrar en colapso, el Ullal de Cavanilles dejaría de recibir agua y el desastre que se avecinaría desde un punto de vista medioambiental, no tendría precedentes desde principios de la década de los 90, cuando las extracciones para regar los campos de arroz secaron Els Estanys».

El grupo ecologista y conservacionista emplaza a la Confederación Hidrográfica del Júcar debería preocuparse por las consecuencias de la escasez hídrica «y tomar alguna decisión» que frene la desecación inminente.

Pérdida de oportunidades

Enric Amer explica que «en esta zona contamos con cierta ventaja respecto de otras de la Comunitat o de España» en referencia a que el río Palancia «cuenta con un embalse regulador, el del Regajo, y también está la presa de Algar de Palancia, que contribuyen a llenar los acuíferos». Explica que una parte del agua del río «se filtra en los engullidors d’Algar» con esta finalidad ecológica. Pero la ventaja puede dejar de serlo «si las extracciones siguen sin freno», lo que tendrá efectos globales en este valioso entorno natural.

La escasez de agua está afectando ya de manera directa a la fauna. Como informó Mediterráneo, voluntarios llevan días trasvasando miles de ejemplares de llises en grave peligro de morir ante la escasez de oxígeno por los bajos niveles que se han generalizando. 

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