Modifican el suministro hídrico

Cambia el sabor del agua potable en un municipio de Castellón: "Aumenta la dureza y el contenido en sodio"

El agua que llegará a las casas hasta el 12 de marzo será 100% de los pozos

Cambia el gusto por unos trabajos que se ejecutan actualmente.

Las tareas de mantenimiento en la desaladora se prolongarán hasta el 12 de marzo.

Las tareas de mantenimiento en la desaladora se prolongarán hasta el 12 de marzo. / Gabriel Utiel

La desaladora de Orpesa-Cabanes interrumpe temporalmente el suministro de agua por estar desarrollando tareas de mantenimiento. Los trabajos empezaron este martes y se realizarán hasta el próximo 12 de marzo, según informó el Ayuntamiento de Orpesa, a través de la concejalía de Urbanismo.

La alcaldesa, Araceli de Moya, señala que durante este episodio de trabajos, el agua que llegará a las casas del municipio será, por tanto, «100% desde los pozos». Además, desde el consistorio puntualizan que el cambio será apreciable en el sabor, ya que «aumentará considerablemente la dureza y el contenido en sodio».

Normalmente, todas las viviendas del término municipal de Orpesa reciben ya agua 100% desalada, a excepción de las localizadas en las urbanizaciones de la zona sur, como son Torre Bellver, Platgetes y La Colomera. Las casas de este distrito del municipio se suministran de Benicàssim, que ofrece una mezcla entre agua desalada y la existente en sus pozos.

La planta desaladora que está ubicada entre los términos de Orpesa y Cabanes también abastece a Benicàssim.

La planta desaladora que está ubicada entre los términos de Orpesa y Cabanes también abastece a Benicàssim. / MEDITERRÁNEO

Por otro lado, De Moya insiste en su reivindicación de que sea el Gobierno central el que se encargue de pagar los gastos derivados de la construcción de la planta desaladora, que según el convenio que se firmó en su día deben asumir los tres municipios beneficiarios inicialmente del agua, Benicàssim, Orpesa y Cabanes. 

"Bien de interés general"

Los alcaldes defienden que debe ser el Estado el que sufrague este coste millonario, al entender que el agua es un «bien de interés general» y argumentan que el Gobierno sí ha financiado desaladoras de otras comunidades autónomas.

«Hemos pedido la prórroga de tres años del contrato con Acuamed, que finaliza en julio», dice la alcaldesa de Orpesa. El pago de la obra supondría el abono de cerca de un millón durante casi 20 años para cada municipio. De Moya confía en que más poblaciones con necesidades se adhieran, como Torreblanca o municipios de interior.