Clara, 103 años ‘de carrasca’

Clara Folch Safont es la vecina más longeva de Vistabella y ha vivido la guerra civil, la posguerra, el covid... ¿Su secreto para vivir tantos años? «Comer bien y evitar tomar medicamentos, solo los imprescindibles»

Clara con sus dos bisnietas, Laura y Carla, hijas de su nieta, Eva

Clara con sus dos bisnietas, Laura y Carla, hijas de su nieta, Eva / Mediterráneo

Empoderada, luchadora, responsable de sus propias decisiones, generosa, honesta, una mujer de carrasca, como dicen en Vistabella, un pueblo de l’Alt Maestrat de apenas 330 habitantes. Clara Foch Safont es, a sus 103 años, la vecina más longeva de este municipio del interior de Castellón.

Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, en la provincia residen 172 personas de 100 o más años, de las cuales 130 son mujeres y muchas de ellas viven en zonas rurales. Mujeres como Clara Folch, que han vivido momentos muy duros a lo largo de su vida en las diferentes etapas de la historia. Una vida dedicada «al campo, a los animales y a buscar trufas», recuerda.

Nació un 23 de noviembre de 1919 en Vistabella, situado en pleno macizo del Penyagolosa. Es el municipio de mayor altitud de la Comunitat Valenciana, en el que ha residido casi toda su vida. Primero en la masía de Clerig y, después, en el pueblo.

La mayor de cuatro hermanos, vivió cómo la República llevaba un maestro a la puerta de su casa y cómo acudían de toda la Vallussera los niños de los masovers para aprender, pero a ella nunca la dejaron ir porque «tenía que trabajar». A los 18 años sintió los bombardeos de la aviación fascista italiana, que cosieron de explosivos la Xaparra y el tossal del molí Pasqual. Sabe lo que es esconderse en una cueva cuando pasó el frente de la guerra y recuerda que se llevaron a su padre y al matxo de la casa para hacer de carga, «y tuvieron mucha suerte porque volvieron», según recoge l’Arxiu de Vistabella del Maestrat.

«Después de vivir la guerra civil, el coronavirus no ha sido nada»

«En la posguerra nos quitaron casi todos los animales», lamenta. Precisamente por las penurias pasadas, asegura que «después de vivir la guerra civil, el coronavirus no ha sido nada», dice. Toda su familia lo pasó menos ella y bromea con que seguro que está «inmunizada» por todo lo que ha vivido.

En la imagen, junto al alcalde de Vistabella, Jordi Alcón, en el homenaje que le hicieron desde el Ayuntamiento el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer

En la imagen, junto al alcalde de Vistabella, Jordi Alcón, en el homenaje que le hicieron desde el Ayuntamiento el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer / AJUNTAMENT DE VISTABELLA

¿El secreto de su longevidad?

«Ninguno. Hay que vivir con tranquilidad a pesar de lo duro que sea el camino, no faltar el respeto a nadie y hacerse respetar, no tener envidia de nadie e intentar disfrutar de lo que cada uno tiene y de las pequeñas cosas que nos regala cada día la vida», mantiene. 

Eso sí, intenta comer bien: «Dieta muy rica en verduras y frutas, con muy poca carne y todo hervido o asado». Y, lo más importante, evita «tomar medicamentos, solo los imprescindibles».

Se casó a los 23 años con Longino, con quien tuvo a su único hijo, Juan. Su muerte, a los 33 años, fue, sin duda, «el momento más duro» de su vida. Pero antes de marchar, para que no estuviera nunca sola le dejó una nieta, Eva, con la que vive desde hace 10 años en Castelló. Y tiene dos bisnietas, Laura y Carla, «unas mujeres independientes». 

«Se ha avanzado en algunas cosas, pero en otras parece que se esté retrocediendo, no entiendo que cada día mueran mujeres por malos tratos. Después de ver cada día lo que pasa en el mundo, creo que falta mucho todavía para alcanzar la igualdad, deberíamos de seguir luchando», asegura esta mujer, que defiende que en su casa «siempre se han consensuado las decisiones, se han compartido las tareas y las responsabilidades» y nunca ha dejado que nadie decida por ella, explica esta vistabellina, que se quedó viuda a los 63 años.

«No entiendo que cada día mueran mujeres por malos tratos, creo que aún falta mucho para alcanzar la igualdad»

El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, el Ayuntamiento le rindió un homenaje. «Clara representa el esfuerzo que ella y muchas otras mujeres han hecho por nuestras familias y por hacer de nuestro pueblo un lugar mejor», dice el alcalde. L’Arxiu de Vistabella también le hizo su tributo: «Les carrasques són la imatge del nostre territori, perquè tenen fortes arrels que les lliguen a la terra i conviuen en el sol, la neu i el vent. Com les dones. Clara Rosa Lucrècia Folch Safont és la història de les dones de carrasca de Vistabella».