ANÓNIMOS DE LA FIESTA

Magdalena 2023 | Mari Clotilde Escrivà: "La gente viene a por una docena de churros a cualquier hora del día"

El negocio familiar da servicio ininterrumpido en el puesto que han instalado en el parque Ribalta (frente a la Farola) y en la plaza Fadrell, además de una atracción en la feria del Tren de la Bruja

Cloti está al frente del negocio familiar. Montan dos churrerías en el Ribalta y Fadrell, y el Tren de la Bruja en la feria.

Cloti está al frente del negocio familiar. Montan dos churrerías en el Ribalta y Fadrell, y el Tren de la Bruja en la feria. / KMY ROS

La Magdalena en la churrería Cloti (desde 1955) en estas fiestas es un no parar. Dan servicio ininterrumpido en el puesto que han instalado en el parque Ribalta (frente a la Farola) y en la plaza Fadrell, además de una atracción en la feria. Mari Clotilde Escrivá (40 años) cuenta que ella prosigue la saga de un negocio familiar que primero llevaron sus abuelos y luego regentaron sus padres. Lleva trabajando en el oficio desde los 22 años --aunque ya antes ayudaba a ratos-- y es fija en dar servicio durante la semana festiva de la capital de la Plana.

«Se hacen muchas más horas de trabajo ahora en fiestas de la Magdalena. Y a lo mejor en otras ferias con menos horas se hace la misma caja que aquí con muchas más. Entre semana abrimos a las ocho y cerramos a las doce o la una, y además de forma ininterrumpida, sin cerrar a mediodía. En fin de semana pues sí acabamos más tarde, de madrugada, a las cuatro más o menos. Además, el fin de semana viene gente a desayunar tras la fiesta», cuenta.

Para comer en la calle o en casa

¿Cuántos churros se pueden vender en solo un día en Magdalena? «Uy no lo sé, no lo he mirado nunca. Pero de media cada persona sí que se lleva una docena de churros. La gente viene a por churros a cualquier hora del día. Hay quien los compra por la mañana y se lo lleva para comer en casa por la tarde; y otros se lo comen por la calle. A todas horas, pero hay que aprovechar el momento, que luego igual estamos parados una semana que un mes», manifiesta. ¿Ninguna colla se anima a encargar churros para una chocolatada? "Por ahora, no", sonríe.

«Los buñuelos son de higo, manzana o plátano; y los pequeños prefieren los gofres y las patatas»

Desde 1955.

Desde 1955. / KMY ROS

Más que churros: buñuelos, gofres, patatas fritas,...

¿Qué es lo que más triunfa entre la clientela de Castelló y visitantes? «Pues según el día: unos venden más buñuelos, otros más churros y otros días vendes más churros de chocolate», declaró Clotilde, quien tiene a su disposición deliciosas y variadas propuestas gastronómicas: los churros clásicos, con chocolate negro y blanco o rellenos; y los buñuelos, que los hay de higo, plátano o manzana», indica. Las preferencias por edades también cambian «según el momento»; y las del colectivo infantil sin duda van más encaminadas hacia «los gofres, aunque también buscan los churros o las patatas fritas». 

"Vamos de fiesta en fiesta"

Después de las fiestas de la Magdalena, su próximo destino son las fiestas de la Pascua de Onda; Vila-real, Castelló, València,...«Vamos de fiesta en fiesta. O te acostumbras a esta vida o lo pasas mal: por los horarios, la vida,....A veces vas con la caravana y según en qué municipio no hay luz ni agua, y tienes que resolverlo. Antes, en la época de mis padres no pasaba tanto y era todo más sencillo. Ahora se paga mucho solo ya para el montaje. Y si te llueve un fin de semana ya no tienes ganancias», cuenta. Y evoca cómo su abuela empezó con un negocio donde «solo vendía coco y turrón; luego se pasó a la churrería que tenía más venta en invierno; y cuando mi madre se casó con mi padre, feriante, incorporaron el Tren de la Bruja».