Opinión | CON LAS OREJAS TIESAS

Si funciona, no lo arregles

Estamos ya casi en el final de las fiestas de la Magdalena, para alegría de algunos y tristeza de otros, que se me antojan que son muchos más. Ya parece que, cuando se haga el balance, al margen de los problemas que ocasionan las grandes aglomeraciones de público, será bastante positivo… como casi todos los años.

Se trata de unas fiestas participativas que no solo son importantes para recordar y mantener nuestras tradiciones sino, también, para disfrutar del ocio y dinamizar la economía de la ciudad… pero especialmente al sector hostelero y de la restauración.

¡Sí, precisamente ese sector contra el que ha disparado esta semana nuestra querida vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz! Y lo ha hecho con tan poco tino como fortuna, porque le ha caído la del pulpo. Tanto, que no tardó ni 24 en retractarse de sus críticas a los horarios de cierre de los restaurantes, por tardíos.

Y lo ha hecho, precisamente, atacando a un sector que está manteniendo a flote no solo a esta provincia, sino a todo el país en un momento en el que la industria las está pasando canutas, la construcción empieza a ralentizarse y el sector agropecuario lleva más de un mes en pie de guerra, por si no se ha dado cuenta. Más que Sumar, a Díaz le ha dado por restar.

Carencias

Es evidente que este sector presenta carencias y es más que exigible que se reduzca la precariedad laboral, en algunos casos, y el abuso de exceso horas de trabajo, en el caso de los empleados a tiempo parcial.

Pero eso es algo que hay que combatir con otras armas que no sea ir contra la línea de flotación de un sector que está alineado en sus horarios con los hábitos de la mayoría de los castellonenses y de los españoles. Si no nos gustase hacer sobremesa tras la cena, los restaurantes estarían cerrados antes de las 12, sin imposiciones.

Así que, si funciona, que la vicepresidenta Díaz no lo arregle.

Periodista