Cosas mías

Moros en el Castell Vell de Castelló

ANTONIO GASCO

ANTONIO GASCO / ANTONIO GASCO

Antonio Gascó

Antonio Gascó

El territorio valenciano estuvo dividido, en los siglos de gobierno andalusí, entre las coras (demarcaciones geográficas del territorio) de Tudmir y Valencia. Esta última ampliaba su jurisdicción hasta la desembocadura del Ebro. Respecto de la ocupación del paraje castellonense por los musulmanes, siguiendo a los arabistas Torró y Barceló, reseña el documentado arqueólogo Sergi Selma, que los comentarios de los geógrafos Al Razí y Al Udhri, en los siglos X y XI, dejan entrever una organización fuertemente influenciada por los castillos fortificados (husun) y un escaso desarrollo de las ciudades (medinas). En este sentido, la ocupación del Castell de la Magdalena habría que fecharla en torno al siglo X, es decir, en tiempos del califato de Córdoba, que es cuando la administración jurisdiccional en esta zona empieza a tomar cuerpo. No se puede hablar de núcleos urbanos, sino de aldeas amuralladas que tienen a su cargo un área agropecuaria. En los textos aparecen Almenara, Burriana, Xivert, Jérica, Onda, Morella y pocas más.

Se supone que en Castelló, el viejo recinto romano del Castell Vell, acogió un grupo militar islámico que debió tener una cierta autoridad administrativa sobre la zona, además de su misión defensiva.

Estructura

El Castell Vell presenta una estructura adaptada a las irregularidades de la montaña y ofrece tres áreas antiguas de fortificación, siendo la primera datable en el siglo X, la segunda, más amplia del siglo XI y la tercera de los siglos XII y XIII. La islamización del lugar acabó con la construcción romana de la que solo quedaron restos de ajuar doméstico en la zona más vetusta y más prominente en altura. Del mismo tipo fueron los hallados en diversas excavaciones realizadas desde 1885, lo que constata un hábitat continuado de todo el periodo musulmán hasta la Reconquista.

*Cronista oficial de Castelló

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