Vinaròs exhibe unas pinturas al fresco de una gran belleza

Ocupan más de 1.500 metros cuadrados de superficie y son la obra al fresco más extensa de toda la Comunitat Valenciana. Se trata de las arquitecturas fingidas policromadas del siglo XVIII que envuelven los muros de la parte norte y oeste de la Iglesia Fortaleza de la Arciprestal de la Asunción de Vinaròs. Un patrimonio único y singular, que tras dos años de intenso trabajo ha concluido su restauración con una inversión conjunta de 160.000 euros del Obispado de Tortosa y la Diputación.  

De su origen, se barajan dos teorías. Una de ellas, que pertenecían al taller de los Guilló, autores también de los frescos de las capillas laterales de la iglesia. Otra, que los autores podrían ser los pintores descendientes de los italianos que pintaron El Escorial y que, tras salir de la capital de España, Madrid, se instalaron por distintas ciudades de la Comunitat Valenciana, entre ellas Vinaròs, y no volvieron a Italia. 

Gran lienzo

Un gran lienzo al aire libre, en pleno centro de la ciudad, un patrimonio que yacía oculto durante siglos y que ahora es digno de ser admirado, convirtiéndolo en obligada visita a la capital del Baix Maestrat. Un buen punto de partida en la ciudad para bajar en dirección a la plaza Sant Agustí, que es el centro neurálgico de la localidad, donde se encuentra el mercado municipal y el auditorio Ayguals de Izco, y anexo a este (en la parte que da a la calle Santa Rita), otro edificio histórico con una fachada que también luce unas recuperadas arquitecturas fingidas policromadas. 

Es el caso de la capilla de Santa Victoria que, al ser restaurada en el año 2019, al igual que sucedió en la Iglesia Fortaleza de la Asunción, durante el proceso de rehabilitación se descubrieron unas pinturas del siglo XVIII en su fachada que se han recuperado y cuya autoría también se cree que es de los pintores italianos que embellecieron el palacio del Escorial, que pintaron en Vinaròs y otras ciudades del Mediterráneo para ganar un dinero. 

Recuperación

No son las dos únicas grandes fachadas de edificios públicos del centro histórico de Vinaròs que contenían pinturas policromadas ocultas en sus muros. Las catas realizadas han permitido localizar otros 58 inmuebles decorados con frescos del siglo XVIII, entre ellos los arcos de la Casa de la Vila, antiguo ayuntamiento, situada en la calle Major y el actual auditorio municipal de la plaza Sant Agustí. 

El resto corresponden a propiedades privadas, y la intención del equipo de gobierno del Ayuntamiento es poder llegar a recuperarlas en un futuro para conformar una singular ruta cultural y turística que convierta a Vinaròs, tras la histórica Toledo, en la ciudad de España con más arquitecturas fingidas conservadas en sus edificaciones. 

Todo un reto, pero también una ocasión histórica de recuperar una parte del pasado para generar una gran oportunidad de futuro.