Almassora, un viaje de ensueño por tierra y mar

Sus rincones, sus tradiciones y el carácter acogedor de sus gentes hacen de la localidad un destino por descubrir

Almassora se encuentra enclabvada en la Plana Alta, junto al hermoso paraje natural del río Millars.

Almassora se encuentra enclabvada en la Plana Alta, junto al hermoso paraje natural del río Millars.

Eva Colom

Eva Colom

Visitar Almassora es subir a un tren que viaja por tierra y mar, por parajes naturales de ensueño protegidos a la vera del Millars; por el hermoso centro histórico de la Vila y la ruta de sus ermitas, desde la Edad Media hasta nuestros días, o por la vida que se abre paso en la algarabía de sus calles de perfume a azahar, de mercados alegres y comercios. Un recorrido por la tradición de sus fiestas de Santa Quitèria, Sant Antoni y del Roser; por el olor y el sabor de sus productos de origen, maestría de los que hacen crecer esta tierra y por la historia de sus museos y talento que nace de sus artistas. Un viaje que permite sentir el latido de la pasión de sus tambores que guían el camino de sus hermandades sobre flores y coronas al clamor religioso de su Semana Santa.

Visitar Almassora es descubrir una tierra de historia enclavada en la Plana Alta, junto al hermoso paraje natural del río Millars en cuyo recorrido y desembocadura se alzan las primeras huellas de la historia de su nacimiento como pueblo, que representan la supervivencia de sus ancestros desde el primer milenio antes de Cristo hasta 1234, cuando la localidad resurge con su refundación, tras su conquista por Pedro Cornell al mando de Jaime I, quien le da al municipio el papel protagonista de muchas de sus crónicas.

En el límite interior de la localidad se encuentra el yacimiento arqueológico del Torrelló del Boverot, referente de las excavaciones y estudios científicos de los dos últimos milenios a.C en la Península Ibérica. Un asentamiento fortificado que perdura cerca de 1.500 años, desde la época del Bronce, pasando por los comerciantes fenicios, la cultura Ibérica, su participación en la Segunda Guerra Púnica y su conquista en la Edad Media por Jaime I hasta nuestros días. Vestigios históricos que se ubican en el Museo Monográfico del Torrelló del Boverot.

La Semana Santa de Almassora cuenta con la declaración de Fiesta de Interés Turístico Provincial.

La Semana Santa de Almassora cuenta con la declaración de Fiesta de Interés Turístico Provincial. / Mediterráneo

Fiestas de Interés Turístico

En mayo, Almassora celebra su fiesta grande en honor a su patrona, Santa Quiteria. Se inicia con la bajada en romería a la virgen desde su ermita, dando comienzo a las celebraciones: pregón, bous al carrer, conciertos, fuegos artificiales, actos culturales y religiosos, gastronómicos, deportivos y espectáculos infantiles. El día de la fiesta mayor es el 22 de mayo, cuando se cocinan les Calderes, declarada Fiesta de Interés Turístico Provincial y en la que se reparte el arroz en cazuelas de barro entre vecinos y visitantes.

La primera semana de octubre se celebran las fiestas en honor a la Mare de Déu del Roser y, en enero, se celebra la tradicional Matxà de Sant Antoni, con la bendición de los panes y tradicionales monas y, durante la tarde, la de los animales con el reparto de cintas y el endendido de la monumental hoguera.

Uno de los atractivos de la localidad es la ruta por sus museos. El Museo Arqueológico condensa en el interior de sus vitrinas parte del pasado del municipio, desde la civilización Íbera hasta el siglo VIII a.C. También está el Museo del Juguete, uno de los únicos de España, que cuenta con una colección de más de 1.200 piezas de incalculable valor, que relatan la historia de muñecas, coches, trenes, avionetas, triciclos y todo tipo de juguetes antiguos y contemporáneos, fruto de un trabajo museístico de casi un siglo de antigüedad. Completa el recorrido el Museo Parroquial, en la parroquia de la Natividad, considerado uno de los más importantes de la provincia.

Las playas de Almassora, de arena y piedra, invitan al descanso.

Las playas de Almassora, de arena y piedra, invitan al descanso. / Mediterráneo

Naturaleza

Playas de piedra y arena, de color turquesa en la mañana, mezcla de rosas y violetas a la caída del sol. Vírgenes de fauna y flora, las playas de Almassora invitan al tranquilo descanso cómplices del bello entorno creado de la unión entre el campo y el mar. Benafelí, Pla de la Torre y Les goles, lugar, este último, donde la ruta natural une el Mediterráneo con el río Millars. Un total de 424 hectáreas de paraje protegido que conforman el hogar de más de 200 especies de aves regalando a la localidad el privilegio de la biodiversidad, permitiendo disfrutar del proyecto Birding Almassora.

Mercados y comercio

Su Mercado Central data del 1934, se localiza en la plaza de España y es punto esencial del comercio local, donde se aúnan la actividad comercial y hostelera de intercambio y degustación de los mejores productos de la tierra.

La ruta por las ermitas, en las inmediaciones del pueblo de Almassora, permite visitar sus emblemáticas ermitas.

La ruta por las ermitas, en las inmediaciones del pueblo de Almassora, permite visitar sus emblemáticas ermitas. / Mediterráneo

Ruta de las ermitas

Un bonito paseo abre la ruta por las ermitas en las inmediaciones del pueblo de Almassora. Este camino permite visitar sus emblemáticas ermitas, además de la de Santa Quitèria, la de San José (1912), San Juan Bautista (1900), Sant Antoni (Siglo XVIII), y la contemporánea ermita del Roser del Mar (1993).

Semana Santa

Declarada Fiesta de Interés Turístico Provincial y organizada por la Junta Central de Semana Santa, comienza con el Pregón y la representación de la Pasión, siguiéndole diferentes procesiones y actos sacramentales, entre los que destacan el Lavatorio de los Pies y la Rompida de la Hora, convertida desde hace años en el acto más multitudinario de la Semana Santa de Almassora en la medianoche del Jueves Santo y protagonizada por Tambors de Passió. También merece especial mención el Sermón del Descendimiento, que cuenta con una peculiaridad única en la provincia de Castellón, como es el Cristo articulado de brazos para que pueda ser descrucificado y, posteriormente, colocado en el Santo Sepulcro con los brazos plegados, así como la procesión del Santo Entierro y el Domingo de Resurrección.