IMPULSO A LA RUTA BARROCA

L’Alcora presume de historia y cerámica en sus monumentos

El castillo de l’Alcalatén forma parte del rico patrimonio local, que también incluye ermitas o la Torre del Repés

El Ermitorio del Calvario es una de las muchas ermitas que forman parte del patrimonio de l’Alcora.

El Ermitorio del Calvario es una de las muchas ermitas que forman parte del patrimonio de l’Alcora.

L’Alcora tiene interesantes monumentos y sitios que merecen ser reseñados en el Día Internacional de los mismos.

Como origen histórico se encuentra el castillo de l’Alcalatén, situado a 3 kilómetros del núcleo urbano, al que se puede acceder por la carretera CV-190 dirección Llucena. Es una fortaleza medieval de origen almohade (siglo XII) situada estratégicamente sobre un peñasco calizo a 370 metros de altitud, dominando la vía natural de comunicación del río de l’Alcora. Jaime I otorgó el castillo y el título de barón al caballero aragonés Ximén de Urrea, en 1233, tras la conquista de la plaza de Burriana y las tierras de Alcalatén. Desde el castillo se puede disfrutar de excelentes vistas del núcleo urbano de l’Alcora, del embalse de la Foya y de la vega del río. Por los alrededores discurren algunas rutas señalizadas de pequeño y medio recorrido.

Cerámica, ermitas y fortaleza

Mención especial merece la Real Fábrica, que instauró en 1727 el Conde de Aranda y que se está rehabilitando. A su vez, el Museo de Cerámica es un espacio vivo, un referente en su ámbito, que expone y divulga el patrimonio cerámico de l’Alcora con más de mil piezas distribuidas en tres exposiciones permanentes.

L’Alcora es rica en ermitas contando con las de San Cristóbal, San Vicente, el Salvador, el Calvario y las de las dos pedanías, la de San Joaquín y Santa Ana de Araya y la de San Miguel en la Foya. Todo ello, además de la parroquia Nuestra Señora de la Asunción, la Iglesia de San Francisco y la de la Sangre, así como la capilla de Marco.

Recientemente, l’Alcora realizó su primera Ruta Barroca de la Cerámica Alcorina. En el siglo XVIII, la cerámica de la Real Fábrica de Loza y Porcelana del Conde de Aranda, en l’Alcora, marcó uno de los hitos más destacados de la historia de la cerámica española y su producción se distribuyó a través de todo el mundo.

Por último, cabe citar la Torre del Repés, que se está rehabilitando. Es uno de los vestigios más destacados de las murallas de l’Alcora, ya que se erigió como una de las torres de la muralla que circundaba el núcleo medieval, datado en el siglo IV y tenía una doble función como refuerzo del sistema defensivo y puerta de acceso a la población.