El caso Amalio Palacios: el devenir de los hechos

La judicialización del presunto acoso laboral por parte del líder de CCOO en el Provincial es el movimiento más reciente desde que dos empleadas denunciaron sufrirlo en abril

Palacios ofreció una rueda de prensa para ofrecer su versión al trascender las denuncias.

Palacios ofreció una rueda de prensa para ofrecer su versión al trascender las denuncias. / GABRIEL UTIEL

Iván Checa

Iván Checa

La decisión de la Fiscalía de judicializar las denuncias contra el delegado de Comisiones Obreras (CCOO) en el Hospital Provincial de Castellón, Amalio Palacios, por presunto acoso laboral a tres trabajadoras del centro sanitario es el último movimiento relacionado con un caso que trascendió en mayo y que, desde entonces, acumula multitud de movimientos.

El detonante se dio el pasado 30 de marzo, cuando Palacios se habría dirigido a una de las empleadas «con una actitud agresiva y absolutamente humillante», según consta en los escritos de denuncia a los que tuvo acceso Mediterráneo. Esto desencadenó la presentación durante el mes de abril de dos denuncias ante el Provincial que solicitaban la apertura de un expediente informativo a Palacios, además de renunciar ambas mujeres a formar parte de la Comisión de Igualdad, bajo la presidencia del líder de CCOO.

No fueron las únicas que abandonaron este ente del Provincial que busca velar y fomentar la igualdad, sino que nueve miembros más dimitieron en bloque al considerar que los hechos suponían una «vulneración de principios éticos básicos» por parte de Palacios.

A principios de mayo, una tercera trabajadora del Provincial se unió a la denuncia por presunto acoso laboral, si bien lo extendió en su escrito al ámbito «personal». 

A instancias de la Conselleria de Sanitat, la entonces Dirección Gerencia del Consorcio Hospitalario Provincial, en manos de Joaquín Sanchis, procedió tras reiteradas solicitudes a la apertura del expediente informativo para tratar de esclarecer los hechos y determinar si existen responsabilidades sancionables por la vía administrativa.

Al mismo tiempo, Sanitat trasladó a Fiscalía lo ocurrido. El Ministerio Público admitió a trámite cuatro denuncias al sumarse otra de un oftalmólogo ya jubilado. Las pesquisas que originaron son las que ahora se han llevado a manos de un juez.

Negación

Por su parte, Palacios convocó una rueda de prensa tras salir a la luz los hechos. El delegado sindical fue respaldado por la secretaria general de la Federación de Sanidad de CCOO en Castellón, Encarna Barragán, quien calificó el proceso de «un ataque directo contra Amalio» y dijo que «pueden haber intereses en desprestigiarle». El propio Palacios negó en boca de su abogada la comisión de los hechos objeto de las denuncias. 

Entre medias se coló ese mismo día el expresidente de la Diputación Carlos Fabra: «Amalio es un buen líder sindical, pero ahora parece que, como estuvo a mi lado, también le buscan las vueltas», pronunció en una entrevista radiofónica concedida a la cadena Cope. 

A finales de mayo, el delegado sindical dijo haber denunciado también a la Fiscalía a las empleadas por «urdir un plan de desprestigio» contra su persona.

Con todo, ahora queda en manos de la justicia poner punto y final al asunto y determinar las posibles responsabilidades penales derivadas del presunto acoso laboral, además de resolver el resto de flecos que se han ido generando.

La judicialización también puede repercutir en la conclusión del expediente informativo abierto en el ámbito administrativo, que por ahora no se ha producido pese a haber recogido ya declaraciones de las distintas partes implicadas. No obstante, la Dirección Gerencia del Hospital Provincial recae ahora en manos de Matías Real, que asumió el cargo con este conflicto surgido en el seno del centro ya sobre la mesa. 

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