Una azulejera de Castellón, en liquidación tras un concurso de acreedores

La crisis energética que afecta a la industria cerámica de Castellón da nuevos zarpazos. En el transcurso de este año se han presentado cuatro expedientes de regulación de empleo, lo que ha supuesto el despido de 243 personas. A ese número hay que unir una cantidad indeterminada de trabajadores, que han sido despedidos sin llegar a presentarse un ERE.

También destaca el incremento de los paros temporales (ERTE), que han alcanzado las 1.100 personas en junio, el doble que en marzo.

Mientras tanto, hay movimientos de empresas que muestran la inestabilidad del sector. Uno de ellos es el concurso de acreedores en el que se encuentra inmersa una compañía de l’Alcora, Apolo Cerámicas.

Suscríbete gratis al servicio de Newsletter de Mediterráneo y de Med's Tile

Un edicto del juzgado de lo Mercantil Número 1 de Castellón publicó el 30 de junio en el Boletín Oficial del Estado un edicto en el que se dio a conocer que ya se ha presentado el informe de la administración concursal, junto con el inventario de bienes y derechos y la lista de acreedores.

Liquidación

Con este documento, se procede a la fase de liquidación de la compañía, creada en abril del año 2016, y que formaba parte de la asociación de fabricantes de productos cerámicos, Ascer. El procedimiento concursal fue iniciado en el mes de febrero, mientras que en junio fue remitido el informe de la administración concursal. En los últimos meses se han dado varios casos de empresas del sector que se han visto obligadas a cerrar ante la presión de los costes del gas y la electricidad. Algo que ha afectado especialmente a las compañías más pequeñas.

Ejemplos recientes

Uno de los ejemplos más recientes es el de la compañía Badiart. En este caso, el proceso concursal está muy avanzado, y las naves de la fábrica ya han salido a subasta.

Crisis en el sector: una empresa cerámica saca a subasta sus naves por la mitad de su valor

El objetivo es que se pueda retomar la actividad azulejera, en unas instalaciones "preparadas para comenzar a producir" y que sirvan para generar empleo del mismo sector en la zona. La industria se encuentra en la localidad de Onda.

Otra empresa que cerró definitivamente sus puertas recientemente fue Todagres, en Vila-real. En este caso, después de proceder al pago de las indemnizaciones por los despidos, se suma el destino de las naves industriales. Por el momento no se conoce la decisión del grupo propietario, Fuertes.

Riesgo de supervivencia

Según el informe de coyuntura de Ascer, presentado a finales del pasado año, hasta el 78% de las empresas presentan un riesgo elevado de supervivencia, debido al aumento de los costes y el retraso de las ayudas públicas prometidas.