radiografía de los ‘feudos’ en la comunitat

Los partidos confían en sus bastiones para impulsarse a la Generalitat

PSPV y PP lograron en el 2019 más de la mitad de los votos autonómicos en Morella y Villahermosa

Ximo Puig saluda a los presentes en un mitin en Morella hace dos semanas.

Ximo Puig saluda a los presentes en un mitin en Morella hace dos semanas. / MEDITERRÁNEO

Diego Aitor San José

Entre carreteras en cuesta y rodeada por su muralla del siglo XIV, en una de las esquinas del mapa valenciano, se alza Morella. Conocida por sus calles empedradas, la capital de Els Ports fue en 2019 el principal enclave electoral del PSPV donde su candidato, Ximo Puig, logró cosechar el 62% de los votos. Mejor porcentaje obtuvo, hasta un 71%, su principal rival, el PP a 90 kilómetros al sudoeste, a los pies del Penyagolosa, en Villahermosa del Río. No lejos de esos números estuvo Compromís, un 58%, en Otos, a los pies de otro pico del sur, la cima de Benicadell.  

Máxima igualdad, resultado incierto, cada voto cuenta...hay expresiones que aparecen como una tónica habitual para hablar de las elecciones autonómicas del 28 de mayo. Sin embargo, hay en lugares en los que el resultado parece claro, o al menos, los partidos saben que juegan con el histórico del público a favor. Son los bastiones, esas aldeas galas en las que bien por la historia, la sociología del votante o la presencia de uno de los candidatos, las formaciones se sienten fuertes, con el terreno electoral abonado, presto para germinar en las urnas y que acabe decantando la balanza final.

Fortines

Cada partido tiene, por unas características u otras, su propio fortín. El de los socialistas, los más votados en los comicios de la Generalitat de hace cuatro años, está en el norte de la Comunitat. En Els Ports y el Maestrat, Puig juega en casa y se nota. «Es evidente que es un impulso», admite la alcaldesa de Sant Mateu y secretaria general de los socialistas en la comarca, Ana Besalduch, que recuerda el tiempo en el que el hoy jefe del Consell fue alcalde de Morella -de 1995 a 2012- y servía de «modelo» para el resto de municipios. 

PSPV y PP liderán Castellón, Compromís en las 'centrals'

PSPV y PP liderán Castellón, Compromís en las 'centrals' / MEDITERRÁNEO

«Siempre me decía que cuando uno es alcalde, es alcalde de todos, no de los que le han votado», expresa la parlamentaria en Corts. En este sentido, indica que la gestión en los ayuntamientos socialistas «se ha ido contagiando». «Se ha visto que hemos tenido políticas totalmente diferentes a las del PP y con gran éxito», señala al tiempo que añade: «Elección tras elección tenemos más apoyos». Con ese objetivo irán a las urnas en dos semanas

También en la provincia de Castellón y entre terreno montañoso se encuentra el particular bastión del PP. Villahermosa del Río, una localidad de medio millar de habitantes, es solo el punto más azul de toda una zona, la del Alto Mijares, tintada por el apoyo destacado a los populares desde hace siete legislaturas, 28 años. 

«La mayoría de servicios e infraestructuras se pusieron en marcha en esta comarca con el PP a partir de 1995», explica el director de campaña del partido, Miguel Barrachina, oriundo de Segorbe, donde fue concejal ocho años y en el que Isabel Bonig, candidata en 2019 a la Generalitat valenciana, obtuvo un 33% de los apoyos, el doble que el resultado autonómico. 

Barrachina cita 20 colegios públicos, el hospital auxiliar de Segorbe y las autovías. Esto, indica, se recuerda en una comarca que anteriormente había estado teñida de rojo. Ese cambio se ha mantenido y consolidado en el tiempo. «No es que la gente sea de derechas, es que apoyan lo que se hizo», insiste el también diputado autonómico. En este sentido, explica que esta zona es mayoritariamente castellanohablante, muy rural y defensora de tradiciones como los bous o la caza. «Se han sentido olvidados en estos años», añade, citando, además, el caso de los incendios de Villanueva de Viver y Bejís.  

Sin bajar del 30%

Ese arraigo local es el que Jesús Pla, diputado en las Corts y exalcalde de Agullent, considera que le ha permitido a Compromís tener la fuerza que demostró en las elecciones de hace cuatro años en las localidades de las conocidas como Comarques Centrals. Si en el global lograron el 16 % de los votos, en esta zona valencianohablante y compuesta por la Costera, las Marinas, la Safor, l’Alcoià y la Vall d’Albaida, rara vez bajan del 30 %, e incluso superan la mitad de los votos totales en lugares como Otos, Carrícola o Agullent. «La gente vio que lo que hacíamos en los ayuntamientos era positivo y se trasladaron esas políticas a la Generalitat», destaca Pla. 

El también candidato de Compromís a las Corts desgrana que en estas comarcas fue, junto a algunos municipios de l’Horta Nord, donde el valencianismo, tanto con Unió del Poble Valencià como después el Bloc, logró los primeros concejales. ¿Por qué? «Aquí la batalla de València no tuvo apenas influencia, sólo ha habido una forma de valencianismo y se ha tomado con naturalidad», indica. Es la zona donde más implantación tiene la coalición, más allá de la ciudad de València, y especialmente por Més, el antiguo Bloc, la parte más nacionalista de la marca, y por lo que esperan que la coincidencia de la votación municipal y autonómica les impulse en los votos para el parlamento. «Nos va a venir muy bien», admite. 

También a la historia local se remiten en Buñol para destacar la fortaleza de la izquierda a la izquierda del Partido Socialista. En esta localidad logró Unides Podem su mejor resultado en la urna autonómica: un 22%, siendo segunda fuerza, casi tres veces más que en el resultado global. La coalición entre Podem y Esquerra Unida tuvo en el pasado de esta segunda formación el impulso en Buñol. A pies de la gran cementera, el trabajo en esta industria es el principal motor del municipio que marca el carácter de sus casi 10.000 habitantes. 

«El movimiento obrero aquí se nota mucho, ha creado mella y permite que la identificación con un partido y unas ideas no se diluya como pasa en otros sitios», dice Chimo Masmano para explicar la implantación del Partido Comunista en la localidad y que su apoyo electoral continúe en las candidaturas en las que se ha ido agrupando. Masmano no solo es el candidato con el que Unides Podem aspira a recuperar la alcaldía de Buñol y a empujar en el resultado autonómico; también es el hijo y nieto de los dos alcaldes que anteriormente ha tenido el PCE y EU y que se llaman igual que él: Joaquín Masmano, aunque han sido conocidos como Chimo Masmano. «La confluencia con Podemos ahora es una suma electoral para el presente y para el futuro», indica sobre la coalición en la que concurre EU esta vez.

Unides Podem

Los otros dos lugares en los que Unides Podem logró un importante resultado, duplicando el 8% a nivel autonómico, fue en Polinyà del Xúquer, otro de los feudos de Esquerra Unida donde en las elecciones locales consiguió nueve de los 11 concejales en juego, y Sagunt con el enclave histórico del obrerismo en el Puerto de Sagunto. Sin embargo, en ninguno de ellos fue, en la urna autonómica que encabezaba Rubén Martínez Dalmau, la opción más votada sino que quedaron en tercer y cuarto lugar, respectivamente. 

Éxito en urbanizaciones

Tampoco fue el más votado en ningún municipio Vox en las que fueron sus primeras elecciones autonómicas. Su mejor resultado estuvo en el sur de la Comunitat Valenciana donde solo en cuatro de los 25 municipios que conforman la Vega Baja logró un peor resultado que en la media autonómica (10%) mientras que en Albatera, Pilar de la Horadada y Jacarilla superó el 20%. «En la Vega Baja casi una de cada tres personas se siente más española que valenciana, las formaciones con un fuerte componente nacionalista español obtienen mejores resultados», explica el sociólogo Pablo Rocamora, experto en el discurso de la extrema derecha.

En este sentido, Rocamora pone de ejemplo la ley del plurilingüismo que ha levantado un «fuerte rechazo en el sur de Alicante» pese a que, indica, lo que pretendía era normalizar y afianzar el uso del valenciano en los centros educativos autonómicos. Así, indica que la derecha y la extrema derecha «han sabido aprovechar este descontento y se lo ha llevado, en la medida de lo posible, a su terreno» llegando a que el apoyo a los tres partidos de la derecha fuera del 61% en la Vega Baja por el 47% autonómico. 

En esta zona se ponen los ojos para el 28 de mayo debido a los problemas generados por el recorte del trasvase del Tajo-Segura. La Generalitat ha recurrido esta decisión del Gobierno central, pero habrá que ver cuál será la respuesta electoral en esta comarca, que tiene en la agricultura su principal motor económico.

Ciudadanos

Sí que fue el más votado Toni Cantó en algunos municipios hace cuatro años, cuando se presentaba bajo las siglas de Ciudadanos. Además de Caudete de las Fuentes y Cofrentes, donde un mes después sus candidatos locales lograron la alcaldía, la fuerza de los liberales se notó especialmente en el segundo anillo metropolitano de València. 

En Nàquera, Rocafort, San Antonio de Benagéber, Godella y Bétera, municipios vecinos caracterizados por sus zonas residenciales de urbanizaciones para clases medias y altas y donde la renta media suele situarse en lo alto de la clasificación en la Comunitat Valenciana, la candidatura liberal quedó en primera posición superando siempre el 20% de los votos. No parece casualidad. 

«La ilusión de Ciudadanos conectó muy bien con el electorado», explica Rosario Marco, segunda teniente de alcalde en Rocafort y candidata de los naranjas para el 28M. En concreto, cita a las familias, a los emprendedores y a los profesionales liberales como aquellos en los que las propuestas de la formación, como con temas como la conciliación laboral, caló más. Son las clases medias que reclamaban «un partido nuevo, que hiciera las cosas diferentes» y que, asegura Marco, también influyeron en la gente de las áreas urbanas de estas localidades donde valoraron también la «política personal» hecha y con la que esperan mantener representación cuatro años más. «Seguimos con la misma ilusión, trabajando hasta el último día», sentencia.  

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