ECONOMÍA

El azulejo exige al Gobierno que «salve a Castellón» ante la grave crisis del sector

Veintiocho asociaciones entregan este miércoles a Ximo Puig un escrito de apoyo a la cerámica

El sector del azulejo insiste en pedir ayudas directas al Gobierno.

El sector del azulejo insiste en pedir ayudas directas al Gobierno. / MEDITERRÁNEO

Elena Aguilar

Elena Aguilar

El azulejo vuelve a alzar la voz para reclamar de una vez ayudas directas que den oxígeno a un sector que lleva más de un año asfixiado por unos inasumibles precios del gas. Y esta vez lo hace acompañado por 26 asociaciones empresariales, colegios profesionales y organizaciones sindicales que, junto a las patronales Ascer y Anffecc, han firmado un manifiesto que harán entrega este miércoles al president de la Generalitat, Ximo Puig, y en el que reivindican el peso de una industria que representa el 36,6% del Producto interior Bruto (PIB) de la provincia y que, según aseguran, sigue estando ninguneada por el Gobierno.

Los representantes de las 28 entidades y asociaciones que firman el texto de apoyo al azulejo mantendrán un encuentro con Puig en el Palau de la Generalitat y le harán entrega de un documento de tres páginas que, bajo el título Manifiesto por el mantenimiento de la economía de Castellón, vuelve a poner sobre la mesa la discriminación que sufre un sector cuyas ayudas están a años luz de las que han recibido las empresas competidoras de Italia o Portugal y que ha llevado a la cerámica de Castellón a verse desplazada en muchos de sus principales mercados.

Asociaciones que firman el manifiesto de apoyo al azulejo

Asociaciones que firman el manifiesto de apoyo al azulejo / MEDITERRÁNEO

En el texto que firman, entre otros, los presidentes de la CEV de la Comunitat Valenciana y Castellón, los de los puertos de Castelló y València o los decanos de los colegios de Economistas, Arquitectos e Ingenieros Industriales, se apela a la necesidad de salvar Castellón. «Si el clúster sufre, lo hace Castellón y los demás actores, sectores y trabajadores relacionados de forma directa o indirecta con el azulejo. Por tanto, es hora de que todos los afectados nos unamos con un único objetivo común: salvar Castellón», reza el escrito. Y se lanza un claro mensaje al ejecutivo que preside Pedro Sánchez. «El clúster cerámico, motor de nuestra provincia y responsable de uno de cada tres empleos, necesita ayuda, la necesita ya y la necesita al mismo nivel que sus competidores europeos. Por ello lanzamos este mensaje al gobierno de España. Desplieguen las ayudas ya. Salven a Castellón. Salvem Castelló». 

Lea aquí el manifiesto completo:

Manifiesto por el mantenimiento de la economía de Castellón Castellón. Muchos no habrán oído hablar demasiado de la provincia de Castellón. Para muchos en España no es más que un pedazo de levante, sin embargo, Castellón es mucho más.

Castellón es industria. Con el 36,6% de su PIB correspondiente a la actividad industrial, es la provincia de España con mayor peso de PIB Industrial. No en vano Castellón es la cuna de la mayor industria cerámica europea, de la industria líder mundial de fritas y esmaltes, y de una de las mayores refinerías de España; además la provincia de Castellón cuenta también con industria mecánica, textil y renovable. Castellón es industria.

La provincia de Castellón cuenta con uno de los mejores ejemplos de clúster o distrito industrial del mundo. El clúster cerámico de Castellón aglutina la actividad de la industria azulejera, la de fritas y esmaltes y la de maquinaria, y en perfecta simbiosis con ellas florecen ecosistemas de investigación e innovación como el Instituto de Tecnología Cerámica (ITC), la Universidad Jaume I o el CEEI de Castellón. Se desarrollan los puertos de Castellón y Valencia, las principales vías de comunicación con Europa como la A7 y el futuro corredor mediterráneo, y a su amparo crece la actividad de innumerables despachos de exportación, transitarias, gestorías y navieras que distribuyen los productos cerámicos en los cinco continentes. Igualmente, cientos de profesionales del transporte acercan los productos desde las fábricas a los clientes tanto en la red de distribución nacional como a los puertos o directamente a los principales mercados europeos de destino como Francia, Alemania, Italia o Países Bajos. En el mercado nacional, una red de distribución de materiales para la edificación y rehabilitación con más de 1.200 empresas de distribución juega un papel destacado en el ecosistema del clúster cerámico.

Pero no todo gira en torno al producto acabado. Cientos, miles de profesionales de actividades más o menos relacionadas con el azulejo crecen y se emplean en Castellón, así como en otras regiones de España. Profesionales de servicios de mantenimiento, limpieza o conservación, distribución de energía, diseñadores de producto, modelistas, arquitectos, montadores, instaladores, abogados, asesores, consultores y auditores. Un ejército de pequeños empresarios y trabajadores desde el pequeño comercio a la banca, desde el bar de polígono al gran restaurante, desde sanitarios en las mutuas a grandes hospitales, todos ellos prestan todo tipo de servicios a una industria que es más que una industria, es una red, un ecosistema perfectamente equilibrado donde todo fluye porque hay un motor que lo alimenta: el azulejo.

El éxito del clúster es fruto de docenas de años de esfuerzo y compromiso con una provincia, de inversión continua en innovación, de sacrificio personal y empresarial durante los peores años de la crisis financiera primero, y sanitaria después. También es fruto de estrategias claras de crecimiento e inversión durante los años buenos, lo que ha favorecido el que las empresas del clúster sean vistas fuera de la región y a nivel internacional como ejemplos de crecimiento y rentabilidad, despertando el interés de industriales y fondos de inversión que poco a poco han ido formando parte del clúster cerámico.

Sin embargo, esos tiempos de bonanza del clúster nada tienen que ver con lo experimentado en estos últimos 18 meses. Desde finales de 2021 la industria gas intensiva viene sufriendo un incremento nunca visto en el precio de la energía. El gas, principal energía que alimenta los hornos de Castellón ha visto su precio multiplicarse más que por quince, pasando de los habituales 15€-20€/MWh que se venían pagando toda la década anterior hasta los 345€/MWh que se llegaron a pagar en agosto del año pasado. El efecto de este incremento desmedido de los precios energéticos ha tenido un impacto directo en las cuentas de las empresas que, para mantener producción y puestos de trabajo, han visto como sus tesorerías se agotaban al tiempo que la competitividad de las empresas españolas se deterioraba debido al empuje que otros gobiernos han aplicado a sus industrias, lo que ha llevado al azulejo español a verse desplazado en muchos de sus principales mercados estratégicos.

Así, la principal industria competidora del azulejo español, la italiana, recibía desde el principio del 2022 un subsidio en sus facturas energéticas a través de un crédito fiscal, lo que en la práctica le ha reportado ahorros de entre el 20% al 45% del coste del gas. Además, desde principios de este año, otros competidores también están actuando de forma decidida apoyando a sus industrias como Portugal -que minora en 40€ el precio del gas para la industria- o Alemania -con un subsidio al gas cuando cotiza por encima de 70€/MWh-. Se trata de un apoyo directo a la industria, articulado mediante un mecanismo automático que agiliza la tramitación y reduce la burocracia permitiendo a las empresas centrarse en su ámbito: producir. Las industrias gas intensivas de nuestros vecinos europeos no precisan sortear burocráticas subvenciones, complejos formularios, costosas auditorías y eternos procesos de aprobación para lograr una ayuda justa y necesaria.

Mientras tanto, en España, la respuesta del Gobierno a la complicada coyuntura ha llegado únicamente a través de una tímida ayuda en primavera del 2022 con los RDL 6/22 y RDL 11/22 y con el anuncio el 28 de diciembre del RDL 20/22. Este último decreto sólo plantea 450 millones € para 36 sectores gas intensivos, muy lejos de los miles de millones que los gobiernos italianos, portugueses o alemanes han desplegado. Además, supone un proceso de solicitud eterno, con interminables obstáculos como la obligación de pago a proveedores a menos de 60 días, premisa que, en la práctica, en un sector eminentemente exportador como el azulejero, deja de facto fuera de la ayuda a la mayoría de las empresas y que ha obligado a que, únicamente el gobierno valenciano, más cercano y consciente del riesgo para la provincia, haya podido maniobrar transformando sus ayudas en créditos bonificados para dar oxígeno a las empresas mientras aparece una solución que no llega.

La situación para la economía de toda la provincia de Castellón está comprometida, en los últimos nueve meses sólo en la cerámica se han destruido más de 1.000 empleos y más de 10.000 personas han vivido un ERTE que podría haber sido menos lesivo si el gobierno hubiese autorizado los ERTEs RED para el sector. Si el clúster sufre, lo hace Castellón y los demás actores, sectores y trabajadores relacionados de forma directa o indirecta con el azulejo. Por tanto, es hora de manifestarlo de forma alta y clara. Es hora de que todos los afectados nos unamos con un único objetivo común: salvar Castellón. El clúster cerámico, motor de nuestra provincia y responsable de 1 de cada 3 empleos, necesita ayuda, la necesita ya y la necesita al mismo nivel que sus competidores europeos. Por ello desde aquí, lanzamos este mensaje al gobierno de España. Desplieguen las ayudas ya. Salven a Castellón. Salvem Castelló. 

Los firmantes denuncian que, ante la crisis que viene sufriendo la industria cerámica por los elevados costes del gas, la respuesta del Gobierno ha sido más bien escasa. «La respuesta ha llegado únicamente a través de una tímida ayuda en primavera del 2022 con los RDL 6/22 y RDL 11/22 y con el anuncio el 28 de diciembre del RDL 20/22. Este último decreto solo plantea 450 millones euros para 36 sectores gasintensivos, muy lejos de los miles de millones que los gobiernos italianos, portugueses o alemanes han desplegado», se denuncia en el escrito.

Pero más allá de la cantidad, el manifiesto hace hincapié en la retahíla de requisitos que deben cumplir las empresas para acceder a las subvenciones, así como las trabajas burocráticas que han que vencer. «El proceso de solicitud de las ayudas es eterno, con interminables obstáculos como la obligación de pago a proveedores a menos de 60 días, premisa que, en la práctica, en un sector eminentemente exportador como el azulejero, deja de facto fuera de la ayuda a la mayoría de las empresas y que ha obligado a que, únicamente el gobierno valenciano, más cercano y consciente del riesgo para la provincia, haya podido maniobrar transformando sus ayudas en créditos bonificados para dar oxígeno a las empresas mientras aparece una solución que no llega», dice el manifiesto.

Una situación comprometida

Las asociaciones y entidades que rubrican el escrito recuerdan que en otros países se ha apoyado directamente a la industria, «un apoyo articulado mediante un mecanismo automático que agiliza la tramitación y reduce la burocracia permitiendo a las empresas centrarse en su ámbito: producir». 

Tras describir la discriminación que sufre el azulejo español, el manifiesto avisa que la situación para la economía de Castelló está comprometida (en los últimos nueve meses el sector ha destruido un millar de empleos y más de 10.000 trabajadores han estado en ERTE) e insiste de nuevo en la necesidad de ayudas. 

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