LOS ACTOS RELIGIOSOS CENTRAN LA PROGRAMACIÓN

Nules proclama su fiel devoción por la Soledat con alta participación en las calles

Entre las citas de esta jornada central destaca la participativa y solemne procesión

La procesión con la imagen de la Soledat recorrió las calles habituales de la vila

La procesión con la imagen de la Soledat recorrió las calles habituales de la vila / MEDITERRÁNEO

De entre todos los actos incluidos en la programación de las fiestas patronales de Nules, que comenzaron el viernes pasado, los que en su jornada principal dedicaron a la Mare de Déu de la Soledat son, con diferencia, los más emotivos.

Desde el Traslado del mediodía hasta la procesión de la tarde, los vecinos con firmes convicciones religiosas hicieron una exhibición de esa fidelidad y devoción por la que fue coronada reina de Nules en el año 2000.

La reina de la Vila y el alcalde durante su participación en la ofrenda.

La reina de la Vila y el alcalde durante su participación en la ofrenda. / Mònica Mira

Es muy habitual, de hecho, encontrar a vecinos que reconocen que si bien no ejercen de forma habitual su catolicismo, sí que sienten y expresan de forma pública una conexión intensa con la Soledat. De hecho, tanto la ofrenda como la procesión se encuentran entre los actos religiosos más participativos de cuantos se organizan en las fiestas de la Vila.

En el Ayuntamiento reconocen ese aspecto emocional, pero además, inciden en que estas manifestaciones colectivas de fe «forman parte de nuestras tradiciones más ancestrales y es nuestra obligación, como representantes de Nules, y un compromiso que consideramos ineludible, contribuir a su mantenimiento y promoción, dándoles la importancia que merecen», remarcó ayer el alcalde, David García, que participó junto a gran parte de la corporación municipal en todos los actos incluidos en el programa.

Peñas y vecinos

Uno de los instantes más intensos, como reconocen quienes participan, es el Traslado, en el que la imagen de la Soledat sale de su capilla para dirigirse hasta la iglesia parroquial, donde por la mañana se celebró la misa mayor.

Entre los participantes en la ofrenda a la patrona se encontraban las Camareras, acompañadas por los porteadores.

Entre los participantes en la ofrenda a la patrona se encontraban las Camareras, acompañadas por los porteadores. / Mònica Mira

Por la tarde, peñas (las menos), vecinos, representantes de las distintas fiestas de barrio, las Camareras y reinas de otros años, formaron en el Convento para iniciar la ofrenda.

La Soledat, de riguroso negro, les esperó en la plaza Mayor, en concreto en la escalera de acceso a la parroquia, desde donde partió la procesión que recorrió las calles de costumbre por la Vila.

Si bien el programa es eminentemente lúdico, García remarca en que la jornada «justifica estas fiestas desde su origen»