REPORTAJE

El día de 1863 que marcó a la Vilavella

El nombre del brigadier Don Manuel Ramírez es historia local porque fue quien les entregó la reliquia del patrón un 15 de noviembre de hace 160 años

Los vecinos se sumaron de forma masiva a la celebración de la llegada de la reliquia de su patrón al municipio

Los vecinos se sumaron de forma masiva a la celebración de la llegada de la reliquia de su patrón al municipio / PILAR VICENT CABALLER

Hay gestos que marcan un antes y un después, que escriben capítulos memorables en la historia y que son transcendentes para quienes los protagonizan, aunque pudieran parecer futiles para quienes no los comprenden. Nada hubo de nimio un 15 de noviembre de 1863, cuando el brigadier Don Manuel Ramírez entregó la reliquia de Sant Sebastià al párroco de la Vilavella y, en consecuencia, a sus vecinos.

Hay que ser capaz de viajar en el tiempo y tener predisposición para comprender el contexto histórico y social de la época. A su vez, hace falta abandonar los prejuicios y reconocer que algo que es importante para un pueblo, generación tras generación, merece tanto el respeto como la preservación, y si de algo puede presumir la Vilavella, es de su profundo arraigo y el apego por la herencia de sus antepasados.

En el pueblo del siglo XXI, una placa cerámica recuerda en la fachada de una de sus viviendas --lo que fue antiguo Hostal-- aquella celebración que no solo movilizó a esta localidad, también a la de Nules. Así lo indicó el mencionado Ramírez, conocido como el «gran benefactor» de la parroquia, quien pidió que al paso del tren en el que iba a viajar hasta la población «repique las campanas». Porque iba a producirse un hecho solemne. No todos los días se recibe la reliquia de un mártir al que la localidad se había encomendado con inquebrantable fe.

Las autoridades municipales junto al párroco durante la celebración del 160º aniversario de la llegada de la reliquia.

Las autoridades municipales junto al párroco durante la celebración del 160º aniversario de la llegada de la reliquia. / PILAR VICENT CABALLER

El párroco de entonces, Don Agustín Gombau, cumplió con cada indicación y recibió de manos del brigadier y su esposa los restos testimoniales de Sant Sebastià, los que aún se veneran en la Vilavella y que ayer portó con orgullo devocional e identitario quien ostenta la dirección de la parroquia 160 años después, mosen Ignasi del Villar.

El actual párroco de la Vilavella, Ignasi del Villar, portó ayer la reliquia del patrón acompañado por decenas de vecinos.

El actual párroco de la Vilavella, Ignasi del Villar, portó ayer la reliquia del patrón acompañado por decenas de vecinos. / PILAR VICENT CABALLER

Este domingo, los vecinos revivieron aquella jornada memorable que marcó un antes y un después en las costumbres y tradiciones del pueblo, porque de buen seguro, Don Manuel Ramírez no podría presagiar que casi dos siglos después el mismo pueblo al que le entregó la preciada reliquia lo recordaría como una de sus personalidades ilustres